¿Cómo prevenir los lunares malignos?

Los lunares son un elemento natural de la piel que, en la mayoría de casos, suele se inofensivo. Pero, para reducir riesgos, es esencial estar atentos a las señales que podrían indicar la presencia de lunares malignos, que podrían ser un signo de melanoma, un tipo peligroso de cáncer de piel, cuya aparición aumenta con la exposición solar sin protección.

Dada su peligrosidad, en Druni te vamos a contar cómo son los lunares malignos para que puedas identificarlos y, sobre todo, cómo prevenirlos, con el objetivo de que puedas protegerte para evitar su desarrollo y expansión.

Síntomas de los lunares malignos

Más conocidos como melanomas o lunares cancerígenos, normalmente se desarrollan debido a una exposición excesiva al sol y pueden estar relacionados con antecedentes familiares y otros factores genéticos. Antes de continuar, te adelantamos que  el uso de protector solar es la mayor medida de prevención contra estos lunares , especialmente en el rostro, que es la piel más sensible de todo el cuerpo y la que más tiende a quemarse.

Dicho esto, es importante prestar atención a los posibles síntomas de los lunares cancerosos que podrían indicar la presencia de un melanoma y, sobre todo, buscar atención médica si notamos alguno de los siguientes cambios en un lunar:

• Cambios en la forma, tamaño o color del lunar.
• Sensación de picazón, sangrado o dolor en el lunar.
• Aparición de un lunar nuevo en la edad adulta.

¿Cómo detectar lunares malignos?

Lo más importante para aplicar un tratamiento a los lunares malignos eficaz es la detección temprana. El método ABCDE, utilizado por dermatólogos y profesionales de la salud en todo el mundo, es una herramienta útil para identificar lunares sospechosos. Los parámetros a tener en cuenta según este método son:

• Asimetría: los lunares cancerosos tienden a ser asimétricos, con una mitad que no coincide con la otra.
• Bordes irregulares: los bordes de los lunares suelen ser irregulares, dentados o difusos.
• Color variado: los melanomas pueden tener un color desigual, con tonos que van desde el negro al blanco, pasando por el marrón, rojo o azul.
• Diámetro: suelen tener un diámetro mayor a 6 milímetros, aunque también pueden ser más pequeños.
• Evolución: cualquier cambio en tamaño, forma, color o textura de un lunar existente puede indicar malignidad.

¿Cómo diferenciar lunares en la piel malignos y benignos?

Aunque la mayoría son inofensivos, es importante saber diferenciar entre lunares en la piel malignos y benignos para una detección temprana del melanoma, si fuera necesario.

Estas son las principales características de los lunares benignos:

• Forma regular.
• Color uniforme.
• Tamaño constante.
• Superficie lisa.

Sin embargo, es importante recordar que, aunque un lunar pueda ser benigno en un momento dado, puede volverse canceroso con el tiempo. Por eso, es crucial realizar autoexámenes regulares y consultar a un dermatólogo si se observan cambios que puedan resultar sospechosos.

Existen diferentes tipos de lunares cancerígenos

También hay que saber que pueden aparecer diferentes tipos de lunares cancerígenos, siendo los siguientes los más habituales:

• Melanoma superficial extendido: este tipo comienza en la capa superior de la piel y se presenta típicamente como una mancha plana y pigmentada con bordes irregulares.
• Melanoma nodular: se desarrolla en las capas más profundas de la piel y a menudo se manifiesta como un nódulo oscuro y elevado.
• Melanoma lentigo maligno: suele afectar a áreas expuestas al sol y aparece como una mancha plana y pigmentada con bordes irregulares.
• Melanoma acral lentiginoso: se encuentra comúnmente en las palmas de las manos, las plantas de los pies o debajo de las uñas, y puede aparecer como una mancha oscura o una línea pigmentada.

Cada tipo de melanoma presenta características distintas y puede requerir un tratamiento especializado. Por lo tanto, es crucial distinguir no solo entre lunares benignos y malignos, sino también identificar el tipo exacto para un manejo adecuado.

Claves para la prevención y el tratamiento de lunares malignos

La protección solar, la medida más eficaz contra los lunares cancerosos

Como ya hemos comentado, utilizar protector solar para proteger la piel de los rayos ultravioleta (UV) es la medida más eficaz para prevenir los melanomas,  siendo importante aplicarnos protector siempre que salgamos de casa, aunque esté nublado, media hora antes de salir y volver a aplicar dos horas después. 

Como aseguran los expertos, lo ideal es utilizar protector solar con factor 50 o más, y nunca uno inferior a 20. Al contrario de lo que la gente cree, el factor de protección no afecta al bronceado, y de hecho, ayudará a broncearte de manera más gradual y a que el moreno se mantenga durante más tiempo.

Y, por otro lado, también queremos desmentir la creencia de que el bronceado protege la piel, pues es totalmente falso que el bronceado proteja de los rayos UV. Es cierto que al alcanzar el bronceado no te quemas, pero los rayos UV siguen afectando por igual.

Evita tomar el sol entre las 13:00 y las 16:00 horas

Otra medida de prevención es evitar tomar el sol durante las horas más peligrosas, que es desde las 13:00 hasta las 16:00 horas,  cuando los niveles de radiación de los rayos UV son más altos. 

En caso de que no puedas evitarlas, utiliza un protector solar facial específico y, si es posible, gorra o sombrero, para así reducir la exposición.

Con todas estas medidas podrás reducir significativamente el riesgo de aparición de lunares malignos. Aun así, es importante que acudas con regularidad al dermatólogo, siendo lo recomendable al menos una vez al año, para que pueda examinar tus lunares y descartar cualquier peligro.