Dishidrosis en los pies: causas y tratamiento

También conocida como eczema dishidrótico, la dishidrosis en los pies es una afección cutánea que se caracteriza por la aparición de pequeñas ampollas llenas de líquido en la piel, que puede resultar realmente molesta y debe tratarse adecuadamente, a pesar de no ser una afección grave.

La dishidrosis en los dedos de los pies comienza con la formación de pequeñas ampollas, que a medida que avanzan se van enrojeciendo, inflamando y volviéndose escamosas.

Y, a pesar de lo que se cree, el eczema dishidrótico en los pies no está vinculada con el sudor, aunque sí que puede empeorar los síntomas.

Aunque varía en función de cada caso, los brotes de dishidrosis en los pies tienden a aparecer y desaparecer a lo largo del tiempo, provocando episodios intermitentes durante meses, e incluso durante años.

Causas de la dishidrosis en los pies

Un trastorno complejo y multifactorial, las causas de la dishidrosis en los pies pueden ser muy variadas, y es que existen diferentes factores desencadenantes, entre los que destacamos los siguientes:

• Dermatitis atópica: comúnmente conocida como eccema infantil, la dermatitis atópica se caracteriza por la aparición de erupciones cutáneas variadas y, las personas con antecedentes de esta afección son más propensas a desarrollar dishidrosis en los pies.
• Dermatitis de contacto: la exposición a alérgenos o irritantes puede desencadenar una respuesta en la piel conocida como dermatitis de contacto, que podría contribuir al desarrollo de dishidrosis en los pies.
• Estrés psicofísico: el estrés, tanto físico como emocional, es un factor significativo que puede precipitar brotes de dishidrosis.
• Condiciones climáticas: las altas temperaturas y los altos niveles de humedad pueden favorecer los síntomas de la dishidrosis en las plantas de los pies.
• Exposición a sustancias químicas: la exposición a diversas sustancias químicas, como el cromo, la parafenilendiamina, el diaminodifenilmetano, las benzoisotiazolonas, el lauril sulfato, las siliconas y los parabenos, puede irritar la piel y provocar dishidrosis.
• Infecciones fúngicas: las infecciones por dermatofitos, que son hongos que afectan la piel, pueden estar relacionadas con la aparición de dishidrosis en los pies.
• Exposición solar: la exposición a los rayos ultravioleta (UV) puede agravar la condición, desencadenando o exacerbando los brotes de dishidrosis.
• Genética: tener antecedentes familiares de atopia, que es una predisposición a desarrollar alergias cutáneas, respiratorias o alimentarias, puede aumentar el riesgo de dishidrosis.
• Hiperhidrosis: la hiperhidrosis, que es la sudoración excesiva en las palmas de las manos y los pies puede ser un factor desencadenante de dishidrosis, a causa de la humedad constante a la que se expone la piel.

Síntomas de la dishidrosis en los pies

Los síntomas de la dishidrosis en los pies son muy característicos, aunque en función de cada caso pueden variar tanto en intensidad como en duración, siendo los siguientes los más habituales:

• Picazón intensa: El primer síntoma de dishidrosis suele ser una picazón intensa que comienza entre los dedos de los pies.  Esta picazón puede extenderse hacia las plantas de, causando gran incomodidad. 
• Aparición de ampollas: en función de la gravedad de la picazón, pueden aparecer pequeñas ampollas llenas de líquido, conocidas como vesículas, que pueden variar en tamaño y producir lesiones realmente molestas.  Normalmente, estas ampollas suelen aparecer entre los dedos y las plantas, pero raramente en la parte superior de los pies. 
• Engrosamiento de la piel: la piel afectada por dishidrosis tiende a irritarse y engrosarse, especialmente si se rascan las vesículas, lo que aumentaría el riesgo de infecciones secundarias, como la formación de costras, supuración y mayor inflamación.

¿Cómo prevenir la dishidrosis en los pies?

Como con el resto de enfermedades, la prevención es el mejor tratamiento para la dishidrosis en los pies, siendo fundamental para evitar la aparición de brotes y reducir las molestias que esta afección puede causar:

• Hidratación y nutrición de la piel: mantener la piel bien hidratada y nutrida con una crema para pies específica es imprescindible para mantener la barrera cutánea en buen estado y prevenir la sequedad.
• Ropa de algodón: utiliza calcetines y calzado de algodón en lugar de materiales sintéticos, ya que el algodón es mucho más suave para la piel y reduce el riesgo de irritación.
• Exposición solar: otro factor de prevención clave es utilizar un protector solar siempre que tus pies vayan a estar expuestos, para evitar la aparición de quemaduras solares, que agravarían los síntomas de la dishidrosis.
• Reducción del estrés: el estrés es un factor desencadenante de la dishidrosis, por ello es necesario reducirlo. Hacer deporte o practicar técnicas de relajación puede ayudar a mantener el estrés bajo control y a prevenir brotes.

Tips para el tratamiento de la dishidrosis en los pies

Aunque debería ser un dermatólogo especializado el que, tras realizar un diagnóstico, indicase el tratamiento más adecuado, a continuación, te dejamos una serie de tips útiles para tratar la dishidrosis en los pies que te ayudarán a aliviar los síntomas y a prevenir posibles brotes:

• Compresas de manzanilla: la aplicación de compresas de manzanilla puede proporcionar un efecto calmante y reducir la inflamación de las zonas afectadas.

• Crema de Aloe Vera: una crema de aloe vera puede ayudarte a calmar la piel irritada y promover la curación, ya que el aloe vera es conocido por sus propiedades curativas y antiinflamatorias.

• Compresas de agua fría: las compresas de agua fría pueden aliviar los síntomas de las zonas más afectadas, proporcionando un alivio temporal del dolor y la picazón.

• Baños con almidón de arroz o bicarbonato de sodio: sumergir los pies en un baño de almidón de arroz o bicarbonato de sodio puede ayudar a calmar la piel y reducir la inflamación.

En definitiva, la dishidrosis en los pies se manifiesta principalmente a través de una intensa picazón y la formación de ampollas llenas de líquido, conocidas como vesículas, que pueden provocar una serie de molestias significativas y, si se rascan, pueden llevar a lesiones e infecciones secundarias.

Y, aunque no tiene cura, es importante tratar de prevenir y gestionar los síntomas para aliviar las molestias y mejorar la calidad de vida de las personas que padecen esta afección.

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