Vitamina D: ¿Qué es y para qué sirve?

Conocida como la vitamina del sol, la vitamina D es una de las vitaminas más importantes para la salud por su contribución a la absorción de calcio, siendo fundamental para los huesos y dientes, así como para fortalecer nuestro sistema inmunitario, el estado de la piel o mejorar nuestro estado de ánimo.

Una de las vitaminas más populares e importantes, que no está presente en muchos alimentos, en Druni te vamos a contar qué es y para qué sirve la vitamina D, para que seas consciente de cómo puede ayudarte a disfrutar de un mejor estado de salud y bienestar.

¿Qué es la vitamina D?

También denominada calciferol, la vitamina D es una vitamina liposoluble que desempeña un papel crucial en la salud del cuerpo, especialmente en la absorción del calcio, como ya hemos comentado, y de fósforo, lo que es esencial para la formación y el mantenimiento de huesos y dientes fuertes.

A diferencia de otras vitaminas, la vitamina D puede ser producida por el cuerpo humano de forma natural cuando la piel está expuesta a la luz solar, de ahí que se le conozca como la vitamina del sol.

De hecho, existen dos tipos de vitamina D:

Vitamina D2 (ergocalciferol): se encuentra en algunos alimentos de origen vegetal y en suplementos.

Vitamina D3 (colecalciferol): se produce en la piel en respuesta a la exposición a la luz solar y también se encuentra en algunos alimentos de origen animal como la leche. Los pescados grasos o los huevos, y en ciertos complementos alimenticios, que son útiles cuando existe deficiencia de esta vitamina.

¿Para qué sirve la vitamina D?

Ahora que sabemos qué es, vamos a ver algunos de los principales beneficios de la vitamina D para nuestro cuerpo:

Favorece la absorción de calcio y fósforo:

Una de las propiedades de la vitamina D más importantes es que facilita la absorción de calcio y fósforo en el intestino, lo que es crucial para la formación y mantenimiento de huesos y dientes saludables.

Mejora la salud ósea:

Es esencial para prevenir enfermedades óseas como la osteoporosis (huesos frágiles) en adultos y el raquitismo (debilitamiento de los huesos) en niños.

Regula el sistema inmunológico:

Una de las funciones de la vitamina D es la regulación del sistema inmunológico, ayudando al cuerpo a combatir infecciones y enfermedades.

Mejora la función muscular:

Otra de las características de la vitamina D es que contribuye a la función muscular adecuada y puede ayudar a prevenir la debilidad muscular.

Mejora la salud cardiovascular:

Algunos estudios sugieren que la vitamina D puede tener un papel en la salud del corazón y en la prevención de enfermedades cardiovasculares.

Previene enfermedades crónicas:

Existe evidencia de que niveles adecuados de vitamina D pueden estar asociados con un menor riesgo de ciertas enfermedades crónicas, como diabetes tipo 2, esclerosis múltiple y ciertos tipos de cáncer.

¿Cuándo tomar vitamina D?

Es importante asegurar una buena dosis diaria de vitamina D, que dependerá de la edad o de si una persona está embarazada o en periodo de lactancia, para evitar una deficiencia de esta vitamina, que podría provocar importantes problemas de salud, como los siguientes:

• Osteoporosis y osteomalacia: en adultos, la deficiencia puede causar debilitamiento de los huesos.
• Raquitismo: en niños, la deficiencia puede llevar al desarrollo de raquitismo, una enfermedad caracterizada por el ablandamiento y debilitamiento de los huesos.
• Debilidad muscular y aumento del riesgo de caídas: especialmente en personas mayores.
• Compromiso del sistema inmunológico: puede aumentar la susceptibilidad a infecciones.

Existen algunos síntomas que te indicarán cuándo tomar vitamina D: 

• Cansancio y fatiga.
• Dolor de huesos o de músculos.
• Fracturas por estrés.
• Cambios de humor.

¿Cómo tomar vitamina D?

La forma más sencilla de tomar vitamina D es mediante la exposición solar, ya que los rayos UVB son la principal fuente natural de esta vitamina, permitiendo que la piel la produzca por sí misma.

Por lo general, bastará con tomar el sol dos o tres días a la semana durante 20/30 minutos para obtener la dosis diaria de vitamina D recomendada, aunque esto podría variar en función de factores como las nubes, la contaminación, la edad o el tono de piel.

En cualquier caso, al exponernos a los rayos UVB es fundamental utilizar un protector solar, ya que de lo contrario, probablemente sufriremos quemaduras, especialmente en el caso de los más pequeños o en personas de piel muy clara.

Y, aunque el sol es la principal fuente, también se puede obtener vitamina D a través de ciertos alimentos, como los siguientes:

• Pescados grasos (salmón, atún, caballa)
• Aceites de hígado de pescado
• Yema de huevo
• Hongos expuestos a la luz ultravioleta
• Leche y jugo de naranja fortificados
• Cereales fortificados

En caso de que no pasemos el tiempo suficiente al sol, o que no recibamos el aporte adecuado a través de la alimentación, otra opción son los suplementos alimenticios con vitamina D, de forma regular, junto con la comida principal para maximizar su absorción.