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Todas hemos experimentado alguna vez la incomodidad de sentir que nuestras axilas están más húmedas de lo que nos gustaría: en un día muy caluroso, durante una presentación en el trabajo donde nos sentimos nerviosas, etc.
Pero, ¿qué pasa cuando empezamos a sudar más de la cuenta, incluso en ocasiones en las que no existen estímulos ni desencadenantes aparentes? Aquí es donde entra en juego un trastorno llamado hiperhidrosis axilar, y que, aún a día de hoy, es desconocido por gran parte de la población.
Si crees que tú o algún familiar o amigo cercano puede estar experimentando hiperhidrosis axilar, o simplemente deseas saber más de esta afección, no te pierdas el siguiente artículo, donde te lo contamos todo acerca de ella.
¿Qué es la hiperhidrosis axilar?
La hiperhidrosis axilar es una condición médica caracterizada por una sudoración excesiva en las axilas.
A diferencia de la sudoración normal, que es la respuesta natural del cuerpo para regular la temperatura y enfriar la piel, la hiperhidrosis axilar implica sudar mucho más de lo necesario, y sin que exista ninguna causa o desencadenante. Es decir, sin importar el clima o las condiciones atmosféricas de la zona, el nivel de actividad física o nuestro estado emocional.
¿A qué se debe esto? La causa exacta de la hiperhidrosis no siempre está clara, pero se cree que está relacionada con una sobreactividad del sistema nervioso simpático, que es el responsable de la respuesta de “lucha o huida” en situaciones de estrés.
5 tips eficaces para prevenir la hiperhidrosis axilar
Evitar la hiperhidrosis axilar puede parecer un desafío, pero hay varios trucos que pueden ayudar a controlar esta condición. Desde cambios en el estilo de vida hasta el uso de determinados productos:
1. Elige el desodorante adecuado
No todos los desodorantes son iguales. Si sufres de sudoración excesiva, es importante buscar productos etiquetados específicamente como “antitranspirantes”, los cuales contienen ingredientes activos como cloruro de aluminio que ayudan a bloquear temporalmente las glándulas sudoríparas y reducir la producción de sudor.
Antes de continuar, cabe indicar que es mejor aplicar el antitranspirante por la noche para que resulte más efectivo, que es cuando las glándulas sudoríparas están menos activas.
2. Mantén una higiene adecuada
Utilizar el mejor desodorante del mercado no te dará ninguna ventaja si no cuidas tu higiene.
En caso de que sufras de hiperhidrosis axilar, dúchate al menos una vez al día y, si es posible, después de cualquier actividad que te haga sudar mucho. Recuerda también secarte correctamente.
Eliminar el vello de la zona también puede ayudar a reducir la acumulación de bacterias, que son las que causan el mal olor asociado al sudor.
3. Viste ropa adecuada
La elección de tu vestuario es otro factor muy importante a tener en cuenta.
Para sentirte más fresca y cómoda, opta por prendas de algodón y otros materiales transpirables que permitan la circulación del aire y absorban el sudor.
Por otro lado, evita las telas sintéticas como el poliéster, ya que tienden a atrapar el calor y la humedad, exacerbando la sudoración.
4. Controla tus niveles de estrés
Dado que el estrés es uno de los desencadenantes más comunes de la sudoración, aprender a manejarlo es fundamental.
Prácticas y hábitos como el yoga, la meditación o la respiración profunda pueden ayudarte no solo a mantener la calma en momentos concretos y reducir la cantidad de sudor que produces, sino también a mejorar tu bienestar general.
5. Vigila tu dieta
¿Sabías que lo que comes también puede influir en cuánto sudas?
Algunos alimentos y bebidas, como el café, las comidas picantes y el alcohol, pueden aumentar la sudoración, así que te recomendamos evitarlos o al menos reducir su consumo si deseas controlar la hiperhidrosis axilar.
Asimismo, beber la suficiente cantidad de agua es esencial, ya que la deshidratación puede hacer que tu cuerpo sude más en un intento por enfriarse.
¿Existen tratamientos médicos para la hiperhidrosis axilar?
En caso de que las medidas preventivas no sean suficientes para controlar la sudoración excesiva, existen varios tratamientos que pueden ayudar a combatirla. Desde opciones poco invasivas hasta procedimientos médicos algo más avanzados.
Tratamientos tópicos
Para casos leves a moderados de hiperhidrosis, los antitranspirantes recetados por un médico, que contienen concentraciones más altas de cloruro de aluminio, pueden ser eficaces.
Estos productos son más potentes que los que se encuentran en el mercado y, por lo tanto, pueden ofrecer un mayor alivio. Sin embargo, es importante seguir las instrucciones del médico, ya que su uso indebido puede causar irritación en la piel.
Toxina botulínica (Botox)
Las inyecciones de toxina botulínica, más comúnmente conocida como Botox, son un tratamiento popular para la hiperhidrosis axilar.
Esta sustancia bloquea temporalmente los nervios que estimulan las glándulas sudoríparas, por lo que es una solución que, si bien no es permanente, sí puede aliviar los síntomas durante varios meses.
Iontoforesis
La iontoforesis es otro tratamiento no invasivo que se utiliza para tratar la hiperhidrosis.
Dicho procedimiento se basa en el uso de una corriente eléctrica de baja intensidad para reducir la actividad de las glándulas sudoríparas.
Pese a que puede sonar intimidante, es un procedimiento indoloro y puede ser muy efectivo para algunas personas, aunque se requieren varias sesiones para lograr resultados duraderos y suele ser más común para tratar la duración excesiva de las manos y los pies.
Simpatectomía
Para casos severos y resistentes a otros tratamientos, la simpatectomía es una opción quirúrgica que puede considerarse.
Esta operación implica cortar o cauterizar parte del nervio simpático que controla la sudoración en las axilas, por lo que es una alternativa bastante drástica y recomendable únicamente como último recurso, en caso de que todas las demás alternativas no hayan tenido éxito.
Y con esto, damos por finalizado el artículo. Esperamos que te haya resultado interesante, pero sobre todo, útil para saber un poco más acerca de la hiperhidrosis axilar, así como sus tratamientos y medidas preventivas.
Antes de despedirnos por hoy, te dejamos un artículo de lo más interesante con algunos desodorantes antitranspirables excelentes para controlar la sudoración de tus axilas. ¡Pruébalos!
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Preguntas frecuentes (FAQs)
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¿Qué es la hiperhidrosis axilar?
La hiperhidrosis axilar es una condición médica que provoca sudoración excesiva en las axilas, mucho más de lo necesario para regular la temperatura corporal, y ocurre sin causa aparente, como el clima o la actividad física.
¿Cuáles son las causas de la hiperhidrosis axilar?
La causa exacta no siempre es clara, pero se cree que está relacionada con la sobreactividad del sistema nervioso simpático, que es responsable de la respuesta al estrés del cuerpo.
¿Cómo se puede prevenir la hiperhidrosis axilar?
Algunos consejos para prevenir la hiperhidrosis incluyen usar antitranspirantes, mantener una higiene adecuada, elegir ropa transpirable de algodón, controlar los niveles de estrés y vigilar la dieta evitando alimentos que aumentan la sudoración, como el café y las comidas picantes.
¿Qué tipo de desodorante es el más adecuado para la hiperhidrosis axilar?
Es recomendable utilizar desodorantes etiquetados como “antitranspirantes”, ya que contienen ingredientes como cloruro de aluminio que bloquean temporalmente las glándulas sudoríparas. Se recomienda aplicarlo por la noche para que sea más efectivo.