Aceite de hipérico: ¿Qué es y para qué se utiliza?

Macerado durante tres meses en aceite vegetal, la flor de hipérico, también conocida como la hierba de San Juan, hace honor a su nombre. Calmante, cicatrizante, antiinflamatoria… El aceite hiperico tiene mil y una virtudes.

Además, el aceite de hipérico también se le conoce como el “aceite rojo” por el color que adquiere al dejarlo macerar.

¿Qué es el aceite hipérico?

¿Qué es el aceite hipérico?

Utilizado durante milenios, el aceite de hipérico toma su nombre de su apariencia. “Hierba de San Juan” significa “perforado con mil agujeros”.

Y, efectivamente, cuando miramos un poco más de cerca esta planta, vemos que sus hojas están todas perforadas. Pero en realidad, estas son glándulas que contienen el aceite esencial del aceite de hipérico.

El aceite hipérico no es un aceite vegetal clásico.  Se obtiene tras macerar sus flores amarillas recolectadas en junio en aceite de oliva. 

Con el tiempo, adquiere un color rojo (aunque las flores son amarillas) y es muy rico en ácidos grasos y vitaminas E, D y K.

Beneficios del aceite hipérico

Ideal para calmar los músculos de los deportistas

Ideal para calmar los músculos de los deportistas

El macerado oleoso de la hierba de San Juan es reconocido por sus propiedades antiinflamatorias. De hecho,  constituye una base muy buena para el masaje  (preparatorio y reparador) de los músculos puestos a prueba por los atletas. ¿El motivo? Este aceite de textura fluida reduce el dolor mientras promueve la relajación muscular

El aliado de las pieles problemáticas

El aliado de las pieles problemáticas

Si tienes la piel sensible, el aceite hiperico es para ti ya que posee propiedades cicatrizantes, regeneradoras, antiinflamatorias y calmantes. También es muy beneficioso para problemas cutáneos, como la psoriasis o el eccema.

Por su parte, las pieles secas se beneficiarán de las bondades de este aceite porque fortalece la barrera cutánea, evitando la pérdida de agua transepidérmica. Por tanto, la piel conservará sus niveles óptimos de hidratación y se mantendrá suave y flexible.

Además, las propiedades antibacterianas del aceite hiperico beneficiarán a las pieles grasas con tendencia al acné.  Si lo aplicas a diario a modo de sérum, la piel se regenera y cicatriza, a la vez que se previenen los brotes de acné. 

Por último, el aceite hipérico es un gran aliado de las pieles con problemas de quemaduras por el sol. Sus propiedades calmantes y cicatrizantes harán que las células dañadas se regeneren más rápido.

Aceite hipérico para las arrugas

Aceite hipérico para las arrugas

El hipérico se utiliza en muchos cosméticos debido a su efecto sobre la elastina, es decir, promueve su síntesis, por lo que es ideal para suavizar arrugas y líneas de expresión.

Para potenciar sus efectos se recomienda, antes de ir a dormir, aplicar una o dos gotas en los dedos y calentar el producto. A continuación, extender el aceite por todo el rostro con una capa muy fina. Al día siguiente, al despertar, retirar el aceite con agua tibia y jabón para el rostro. Podrás notar los efectos a partir de las dos semanas.

El aceite hipérico es ideal para el cabello

El aceite hipérico es ideal para el cabello

El aceite de hierba de San Juan también puede calmar los cueros cabelludos más sensibles, utilizándose como mascarilla capilar previa al champú. Los expertos recomiendan aplicarlo sobre el cabello húmedo y dejarlo actuar, al menos, media hora.

¿Cómo se utiliza el aceite hipérico?

¿Cómo se utiliza el aceite hipérico?

El aceite de hierba de San Juan (a elegir virgen extra y preferiblemente de origen ecológico) es un aceite vegetal que adopta la apariencia de cuidado SOS y trata muchas dolencias. 

 Se utiliza principalmente en la cara y el cuerpo cuando la piel está incómoda, enrojecida, tirante o seca.  Aplica unas gotas en las áreas problemáticas.

También se puede utilizar a modo de aceite de masaje diluyendo unas gotas sobre otro aceite vegetal, como el de rosa mosqueta o el de caléndula.  

El aceite de hierba de San Juan se puede usar a diario, pero presenta un riesgo de fotosensibilización. Por lo tanto, no debes exponerse al sol después de su aplicación. 

Tampoco se recomienda para mujeres embarazadas y lactantes, así como para niños menores de 6 años. 

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