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Seguro que has oído hablar del ácido hialurónico en numerosas ocasiones. Este es un componente que se encuentra y se genera de forma natural en el cuerpo, además de ser el máximo responsable de que la piel luzca jugosa, sana y tonificada. Sin embargo, al igual que ocurre con el colágeno y la elastina, con el paso del tiempo su producción va disminuyendo, lo que se traduce en la aparición de líneas finas y arrugas y una piel más seca y deshidratada.
Pero ¿has escuchado hablar del ácido hialurónico reticulado y no reticulado? Son diferentes formas de ácido hialurónico, según el tipo de cuidado y lo que se quiera conseguir sobre la piel. Normalmente, estas formas son más utilizadas en medicina estética a través de rellenos dérmicos.
¿Qué es el ácido hialurónico?
El ácido hialurónico (AH) está presente de forma natural en la dermis, la capa acolchada de la piel situada entre la epidermis, la capa superficial de la piel, y la hipodermis, la capa que contiene las células grasas.
El ácido hialurónico es una molécula se comporta como una esponja que absorbe agua, aportando a la piel una buena hidratación y un aspecto joven, jugoso y terso. Pero, desafortunadamente, la presencia de ácido hialurónico disminuye con la edad.
Por ello es muy importante incluir cosméticos a base de ácido hialurónico. Además, la medicina estética utiliza el ácido hialurónico de diferentes formas: reticulado y no reticulado a través de inyectables para borrar las arrugas, revertir la deshidratación de la piel, mejorar el aspecto de las ojeras o aumentar el volumen y el grosor de los labios.
En la actualidad, el ácido hialurónico es el producto antiedad más fiable del mercado porque es biodegradable y no provoca ningún riesgo de alergia. Tiene un efecto de relleno inmediato y proporciona una hidratación intensiva, estimula la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico, aporta volumen a la piel y rellena las arrugas.
¿Qué es el ácido hialurónico reticulado?
El ácido hialurónico reticulado se compone de moléculas de AH unidas entre sí. Permite crear una especie de malla de moléculas cuya estructura será compacta y duradera. Se utiliza principalmente en tratamientos inyectables para rellenar o crear volumen.
Dependiendo de si el ácido hialurónico está más o menos reticulado tendrá mayor densidad y durabilidad o será más fluido y volátil. Es decir, a mayor reticulación, mayor densidad y durabilidad.
La ventaja de este producto es que tarda más en ser absorbido por el organismo, por lo que sus efectos son más prolongados en el tiempo.
Beneficios del ácido hialurónico reticulado
- El ácido hialurónico reticulado tiene doble efecto: el de tratar y el de prevenir. Al mismo tiempo que mejora la turgencia de la piel, promueve la formación de colágeno y elastina para prevenir la formación de líneas finas y arrugas.
- Potencia la renovación celular y es fundamental para la regeneración de los tejidos de la epidermis.
- Aporta mucho volumen al mismo tiempo que favorece la producción de colágeno y elastina, lo que se traduce en una piel más firme, jugosa y luminosa.
- Gran capacidad para retener el agua y evitar la deshidratación.
- Mayor durabilidad y, por tanto, la piel permanece más joven durante más tiempo. Mayor elasticidad, turgencia, firmeza, hidratación y luminosidad.
Diferencias entre el ácido hialurónico reticulado y no reticulado
El ácido hialurónico no reticulado está compuesto por moléculas de AH no unidas entre sí. Se puede utilizar para rellenar la piel o eliminar las líneas finas. Pero se utiliza principalmente para microinyecciones de hidratación en mesoterapia o microneedling con la aplicación de skin boosters. También se encuentra en todos los cosméticos a base de ácido hialurónico. Esta es la forma más utilizada.
El ácido hialurónico no reticulado es más económico que el reticulado y se suele utilizar en la elaboración de cremas o sérums para la piel. En algunos casos incluso se puede combinar con un nutricosmética para tomar por vía oral.
Es habitual combinar este tipo de ácido hialurónico con otros productos como el colágeno o la vitamina C para elaborar cosméticos que pueden ser útiles para personas con diferentes tipos de problemas, desde manchas, acné o falta de luminosidad, hasta líneas finas, arrugas y deshidratación.