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Los labios son una de las partes del cuerpo más expuestas a las agresiones externas (frío, radiación ultravioleta, polución, etc.). De hecho, los labios son muy sensibles porque, a diferencia de la piel, no tienen glándulas sebáceas ni melanina, ese pigmento producido por las células de la piel que ayuda a protegerse de los rayos del sol. Por ello, se secan más rápido y más fácilmente por lo que se debe tener especial cuidado.
Causas de la sequedad en los labios
Al contrario de lo que se puede pensar, no se recomienda humedecer los labios, cuando tenemos la sensación de sequedad, porque los resecará todavía más. Por ello, morderse los labios es un mal hábito para desterrar si se quiere evitar tener la sequedad y los labios agrietados.
Algunos medicamentos pueden secar los labios. Este es el caso de ciertos tratamientos para tratar el acné, como la isotretinoína, o incluso medicamentos a base de cortisona.
¿Qué ingredientes ayudan a restaurar los labios resecos?
Para gozar de unos labios hidratados se recomiendan ingrediente como el aceite de ricino, las ceramidas, la manteca de karité o el aceite de aguacate. Sus propiedades hidratantes, reparadoras y calmantes haces de estos un imprescindible para los labios resecos.
Además, activos como el ácido hialurónico o la vitamina E son ideales para retener la humedad y nutrirlos en profundidad.
Consejos para hidratar los labios secos
Beber agua. Parece una tontería, pero mantener un buen nivel de hidratación corporal es fundamental para el bienestar de la piel y de los labios.
No humedezcas tus labios con demasiada frecuencia. El tic que consiste en morderse los labios o pasarse la lengua para humedecerlos ha de ser desterrado. Es cierto que esto proporciona un alivio inmediato, pero a largo plazo termina secando aún más esta zona ya frágil y dañada.
Usa bálsamo labial con la frecuencia adecuada. Hidratar y nutrir sus labios resecos es muy importante, pero si usas un bálsamo labial con demasiada frecuencia es contraproducente, al igual que hidratar en exceso las pieles grasas. La frecuencia adecuada: una aplicación por la mañana, otra después de comer y una última antes de acostarse.
Exfoliar una vez por semana o cada 15 días. Incorpora un exfoliante labial suave y respetuoso con los labios en tu rutina de belleza. Asegúrate de que esté formulado con ingrediente con propiedades hidratante como la miel o el aceite vegetal.
Aplica una mascarilla labial tras exfoliar los labios. Finaliza la rutina labial con una buena capa bálsamo labial reparador para devolverle el confort a los labios e hidratarlos de manera inmediata. Ahora podrás lucir una boca renovada y libre de células muertas e impurezas.
No abuses del labial mate que secan los labios. Nos encanta esta tendencia de labiales efecto mate, pero hay que reconocer que estas texturas terminan resecando los labios. Nuestro consejo: adopta un labial mate uno o dos días a la semana o resérvalo para las ocasiones en las que realmente necesitas un labial de larga duración.
Aplica un primer o prebase en los labios antes de maquillarlos. Esto hará de capa protectora para no dañar ni resecar los labios, además de hacer que el labial dure más tiempo y luzca más bonito.
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🟢 Última actualización: 17/01/2023