¿Es peligroso ese lunar? Guía completa para identificar lunares benignos

La mayoría de personas tenemos lunares, que pueden variar considerablemente en forma, tamaño y color, y desarrollar nuevas características con el paso del tiempo que pueden causar preocupación.

Los lunares son pequeñas formaciones cutáneas que se producen debido a una acumulación de melanocitos, que son las células que dan pigmento a la piel y, en algunos casos, se agrupan en una pequeña zona, formando un lunar.

Aunque son comunes y generalmente inofensivos para la salud, es fundamental estar atentos a su evolución y a posibles cambios en su apariencia para descartar la presencia de un melanoma u otro tipo de cáncer de piel.

Para tu tranquilidad, en Druni te vamos a contar cómo saber si un lunar es benigno, dándote las claves para descartar que se trate de un lunar maligno.

En cualquier caso, para confirmar los lunares benignos es importante acudir a un dermatólogo especializado que, tras realizar una evaluación médica, será el único que podrá descartar cualquier riesgo para tu salud.

Antes de nada, ¿Qué es un lunar benigno?

Los lunares son manchas cutáneas formadas por una concentración de melanocitos que pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, con una tonalidad que puede ir desde un marrón claro, hasta un negro oscuro.

Aunque los lunares pueden variar en tamaño y color, la mayoría de las personas tienen entre 10 y 40 lunares benignos, los cuales aparecen especialmente durante la infancia y la adolescencia.

Un lunar benigno es aquel que no presenta señales de transformación maligna, caracterizándose por ser de pequeño tamaño y de forma redondeada u ovalada, con bordes suaves y bien definidos. Además, su color suele ser homogéneo y no cambia a lo largo del tiempo.

Por lo general, los lunares benignos no cambian de tamaño ni presentan irregularidades, lo que los hace inofensivos para la salud y,   en la mayoría de los casos, no necesitan ningún tipo de tratamiento médico.  

A medida que envejecemos, es posible que algunos lunares benignos desarrollen protuberancias o crezcan ligeramente, pero esto no debe ser motivo de alarma. De cualquier manera, siempre es recomendable consultar con un dermatólogo si hay algún cambio significativo.

¿Cómo son los lunares benignos?

Una vez conocemos qué son, a continuación, te contamos cómo son los lunares benignos y cuáles son sus principales características para que puedas identificarlos:

  • Tamaño: los lunares benignos suelen tener un diámetro no mayor a 6 milímetros. Si un lunar supera este tamaño, es importante monitorearlo o acudir a un dermatólogo.
  • Color uniforme: el color de un lunar benigno es homogéneo y suele ser marrón claro, oscuro o negro. Pero, lo importante es que su tonalidad no cambia a lo largo del tiempo ni presenta zonas de diferentes colores.
  • Forma definida: los lunares benignos son ovalados o redondeados, con bordes bien definidos. Un signo clave de que un lunar es benigno es que sus límites son claros, lo que significa que podemos distinguir perfectamente dónde empieza y termina el lunar.
  • Simetría: estos lunares son simétricos. Si divides el lunar por la mitad, ambas partes deben ser iguales. Si en cambio, tiene una forma irregular o asimétrica, podría ser motivo de preocupación, siendo recomendable consultar a un dermatólogo.
  • Textura y elevación: algunos lunares benignos pueden tener una textura plana o ligeramente elevada. Con el tiempo, algunos también pueden desarrollar vellos o crecer hacia afuera formando una pequeña protuberancia, lo que no debería ser alarmante, aunque sí es recomendable mantener un seguimiento para detectar posibles cambios.

Factores a tener en cuenta sobre un lunar benigno

Un lunar benigno puede ser congénito, es decir, estar presente desde el nacimiento, o aparecer con el paso de los años, normalmente, durante la infancia o la adolescencia.

Independientemente de cuándo aparezca, si observas que un lunar se parte por la mitad de manera simétrica, es muy probable que se trate de un lunar benigno.  La simetría es una señal clave en la identificación de lunares inofensivos.  

Además, los bordes de los lunares benignos están claramente definidos. En cambio, si un lunar tiene bordes irregulares o parece estar difuminado, puede ser señal de que no es benigno, siendo importante acudir a un especialista rápidamente.

También es importante acudir al dermatólogo si notas que un lunar cambia de tamaño, forma o color, o si comienza a elevarse de forma repentina.

Cambios en los lunares a lo largo del tiempo

Aunque pueden aparecer en cualquier momento de la vida, lo habitual es que los lunares benignos se formen principalmente hasta los 17 años de edad.   Si a partir de los 20 años aparece un lunar nuevo o una mancha, especialmente si tiene características diferentes a las que hemos descrito, es importante acudir a un dermatólogo para que los revise.  

Además, aunque algunos cambios en los lunares pueden ser normales con el paso del tiempo, como la aparición de vellos o el engrosamiento de su superficie, cualquier cambio drástico o rápido en su apariencia debería ser motivo de consulta médica. Porque, hay que tener en cuenta que, a medida que envejecemos, el riesgo de desarrollar melanoma u otros tipos de cáncer de piel aumenta.

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Preguntas frecuentes (FAQs)

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¿Qué son los lunares y cómo se forman?

Los lunares son pequeñas formaciones en la piel causadas por una acumulación de melanocitos, las células que dan pigmento a la piel. Los melanocitos pueden agruparse en zonas específicas, formando un lunar. Suelen ser comunes y generalmente inofensivos.

¿Cuándo debo preocuparme por un lunar?

Aunque la mayoría de los lunares son benignos, es importante vigilar cualquier cambio en su tamaño, forma, color o textura. Cambios significativos podrían indicar una transformación maligna, por lo que se recomienda consultar a un dermatólogo si esto ocurre.

¿Es normal que un lunar benigno cambie con el tiempo?

Algunos lunares benignos pueden presentar cambios leves como desarrollar vellos, elevarse ligeramente o engrosarse. Sin embargo, cualquier cambio rápido o significativo debería ser evaluado por un dermatólogo.

¿Qué tipo de lunares necesitan revisión médica?

Cualquier lunar que supere los 6 mm, que tenga bordes irregulares, cambios en su color, forma asimétrica, o crecimiento rápido debería ser evaluado por un dermatólogo, ya que estos son signos que podrían indicar una transformación maligna.

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