Dermatitis seborreica: causas y tratamiento

La dermatitis seborreica es una afección cutánea muy común que se caracteriza principalmente por la aparición de escamas blanquecinas o amarillentas sobre el cuero cabelludo y la piel del rostro, parecidas a la caspa.

Además de picor, puede afectar a la estética, dando la sensación de suciedad en el cabello. Y por ello, en Druni vamos a contar cómo tratar la dermatitis seborreica correctamente, dándote una serie de tips para poder controlarla y ponerle solución.

¿Qué es la dermatitis seborreica?

También conocida como eccema seborreico, es una afección cutánea común que puede ser la causa subyacente de la caspa. En los bebés lactantes, se manifiesta como costra láctea, que se presenta como escamas gruesas y costrosas en el cuero cabelludo, y tiende a desaparecer a medida que el niño crece, generalmente, alrededor de los 3 años de edad.

Hasta el 50% de la población puede experimentar dermatitis seborreica en adultos, caracterizada por escamas floculares y amarillentas en el cuero cabelludo, acompañadas a menudo de enrojecimiento e inflamación. La dermatitis seborreica también puede afectar otras áreas de la piel, como las cejas, los párpados, la nariz, los labios y el pecho.

Es importante destacar que la dermatitis seborreica no es contagiosa, ni está vinculada a la falta de higiene, como muchos piensan.

Aunque la dermatitis seborreica puede resultar molesta, especialmente debido a la caspa y la irritación cutánea, la parte positiva es que hay tratamiento para la dermatitis seborreica. Y, lo más adecuado es consultar a un dermatólogo para obtener un diagnóstico preciso y obtener un plan de tratamiento que permita controlar los síntomas y mejorar la salud de la piel.

Causas de la dermatitis seborreica

La principal causa de la dermatitis seborreica es el acortamiento de la renovación celular en el cuero cabelludo, lo que provoca un rápido desprendimiento de las células cutáneas y la formación de escamas visibles.  Esta condición puede tener múltiples causas, incluida una predisposición genética, con una mayor probabilidad de afectar a los hijos de personas con la afección. 

Además de la predisposición genética, la dermatitis seborreica también está relacionada con la presencia de un hongo llamado malassezia, que coloniza las zonas cutáneas grasas y causa microinflamaciones, lo que resulta en picazón en la piel y el cuero cabelludo.

Existen otros factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar dermatitis seborreica, como el estrés físico o emocional, los cambios hormonales, una dieta deficiente o el consumo de alcohol, la fatiga, los climas extremos, el uso infrecuente de champú, una limpieza deficiente de la piel y la obesidad. Además, ciertos procesos neurológicos, como la enfermedad de Parkinson, los traumatismos craneoencefálicos y los accidentes cerebrovasculares, así como el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), también pueden estar asociados con un aumento de casos de dermatitis seborreica.

Es fundamental abordar estos factores de riesgo y buscar tratamiento adecuado para controlar los síntomas de la dermatitis seborreica y mejorar tanto la salud de la piel, como del cuero cabelludo.

Principales síntomas de la dermatitis seborreica

Los síntomas de la dermatitis seborreica pueden variar en intensidad y ubicación en el cuerpo, pero por lo general, se caracterizan por enrojecimiento, descamación de la piel y picazón.

En el cuero cabelludo, la forma más leve se conoce como caspa, donde las escamas son pequeñas, secas, de color blanco y se desprenden fácilmente en cantidades regulares. Sin embargo, en casos más graves, pueden formarse placas extensas que cubren gran parte del cuero cabelludo. Estas placas presentan escamas gruesas, secas y de tono amarillento, acompañadas a menudo de picazón intensa.

En el rostro, las zonas afectadas suelen ser las cejas, los párpados, el área alrededor de la nariz y los labios, la línea del cabello, el interior del pabellón auditivo y detrás de este.

En el tórax, las lesiones se encuentran comúnmente en la parte central del pecho, debajo de las mamas y entre los omóplatos, aunque pueden extenderse a todo el tronco o a las extremidades.  Estas lesiones suelen tener un tono rojizo y estar bien delimitadas, con poca o ninguna picazón. 

Por otro lado, las lesiones en los pliegues cutáneos son más frecuentes en personas con sobrepeso, presentando inflamación, enrojecimiento y, en algunos casos, escasa descamación.

Es importante reconocer los síntomas de la dermatitis seborreica para buscar tratamiento adecuado y aliviar las molestias asociadas. Y, si experimentas síntomas persistentes o preocupantes, no dudes en consultar a un dermatólogo.

¿Cómo tratar la dermatitis seborreica?

El tratamiento de la dermatitis seborreica está destinado a controlar los síntomas, y puede variar en función de la intensidad y de la localización.

La solución para la dermatitis seborreica pasa por prestar especial atención al cuidado del cuero cabelludo y de la piel del rostro, siendo importante utilizar productos específicos para tratar esta afección, diseñados para reducir las escamas cutáneas y evitar que vuelvan a aparecer.

En Druni encontrarás los mejores champús para dermatitis seborreica, diseñados para utilizarlos a diario, que contienen principios activos como ketoconazol, disulfuro de selenio, ácido salicílico o peritoneo de zinc, están libres de jabones y perfumes, y son bajos en tensioactivos.

Así mismo, también es importante no rascarse ni quitarse las costras, ya que esto podría agravar el problema, provocando que la dermatitis se expandiese a otras zonas no afectadas.

Y, por otro lado, llevar un buen estilo de vida y cuidar la alimentación también ayudará a controlar la dermatitis seborreica, siendo altamente recomendable reducir el consumo de grasas saturadas, los azúcares y la sal.