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Conocer diferentes técnicas de maquillaje tiene la ventaja de que puedes usar la que mejor se adapte a tu rostro, o a tus gustos. Una de las más desconocidas es el baking.
Este maquillaje es muy favorecedor, ya que nos va a permitir lucir una piel lisa, uniforme, radiante, y con acabado mate.
Igual que el contouring, o el strobing, Kim Kardashian, y su maquillador Mario Dedivanovic, son los responsables de que el maquillaje baking esté de moda.
Si sueñas con esa piel aterciopelada y perfecta que luce la influencer, tienes que poner en práctica el maquillaje baking.
Aquí tienes los consejos para hacerlo. ¿Te animas?
Maquille baking paso a paso
Baking en español es hornear y el objetivo del maquillaje baking es conseguir una cobertura alta para cubrir cualquier imperfección del rostro, con un acabado impecable. Para ello es esencial seguir unos pasos, y dedicar unos minutos a realizar el maquillaje.
Hidrata la piel
En primer lugar, necesitas preparar muy bien la piel para que esté perfectamente hidratada: usa una crema adecuada para tu tipo de piel, e incluso un aceite facial.
No te olvides de hidratar todo el contorno de los ojos con un producto específico para esta zona.
Aplica la base de maquillaje
A continuación, aplica tu base de maquillaje habitual. Elige una fórmula ligera y de larga duración.
Utiliza una brocha o esponja para extenderla por todo el rostro, y conseguir un acabado más profesional.
Aplica el corrector
Después, usa el corrector para cubrir imperfecciones como las ojeras, o cualquier granito, marca, mancha que tenga tu piel.
Además, debes aplicarlo en las zonas del rostro en las que da la luz natural. Normalmente son la frente, la parte alta de los pómulos, el puente de la nariz y el mentón.
Elige un corrector de un tono más claro que tu color de piel.
Para conseguir un acabado más perfecto extiéndelo con ayuda de una brocha o una esponja.
Utiliza los polvos traslúcidos
Es importante que elijas unos polvos traslúcidos transparentes y suaves, que puedas retirar luego fácilmente.
Aplica los polvos traslúcidos en las zonas donde aplicaste el corrector: contorno de los ojos, sienes, parte alta del pómulo.
Puedes aplicarlos también en la frente, pero evita hacerlo en zonas con muchas arrugas, porque se marcarán más.
Aplica una gran cantidad de polvos, porque luego debes retirarlos. Ahí está la nota diferencial del maquillaje baking.
Deja actuar los polvos entre 10 y 15 minutos y retira el exceso con ayuda de una brocha gruesa.El resultado será un rostro totalmente matificado, con una piel impecable, sin imperfecciones y radiante.
¿Para quién está aconsejado el maquillaje baking?
La técnica baking es ideal para pieles grasas y mixtas, ya que consigue mantener a raya los brillos y matizar la piel.
Además, es una técnica perfecta para disimular los poros dilatados, un problema habitual de la piel grasa y mixta que, con la edad, se acentúa, por la pérdida de colágeno y elastina.
En cambio, el baking no resulta muy adecuado para pieles secas, porque podrían lucir demasiado apagadas.
Cómo funciona el baking en maquillaje
Los polvos traslúcidos consiguen absorber la grasa, dándole a la piel ese aspecto radiante. Pero dependerá de la cantidad de polvos que la piel sea capaz de retener, por eso hay que dejarlos actuar como mínimo 10 minutos.
Hay que asegurarse de retirar el exceso para evitar que el rostro quede demasiado blanco, algo que puede ser visible, por ejemplo, en las fotografías.
Por otra parte, como ves, es una técnica que necesita su tiempo, así que no te recomendamos ponerla en práctica cuando vayas con prisas.
Dado que se usa bastante corrector, además de los polvos traslúcidos, tampoco es un maquillaje aconsejado para usar a diario, porque la piel no respira.
Pero es una técnica ideal para ocasiones especiales, en las que quieras lucir una piel radiante y perfecta.
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🟢 Última actualización: 20/12/2022