Toxina botulínica: ¿Qué es y para qué sirve?

Quizá no tengas muy claro lo qué es la toxina botulínica, pero puede que te suene más si nos referimos a ella con su nombre comercial: Botox. Lo cierto es que se trata de una sustancia que tiene muchas aplicaciones dentro de la medicina estética, aunque también se utiliza como tratamiento ante determinadas enfermedades neurológicas (por ejemplo, las migrañas).

Descubre todo sobre este elemento a través de los siguientes apartados:

¿Qué es la toxina botulínica?

La toxina botulínica está considerada como un medicamento incluido en la categoría de las neurotoxinas. Interactúa con las células nerviosas para inhibirlas y conseguir que funcionen de manera diferente a lo habitual.

Siendo más específicos, produce una determinada parálisis en los músculos, pero también podría afectar a la acción de algunos neurotransmisores,  proporcionando alivio en cuadros de dolor crónico. 

El efecto que produce no es inmediato: dependiendo de cada sujeto, podría llegar a tardar en manifestarse entre 5-6 días, aunque lo común es que lo haga en un máximo de 72 horas. En cuanto a la duración, puede oscilar entre los 3-6 meses.

¿Para qué sirve la toxina botulínica

Podrás comprender con más detalle qué es la toxina botulínica si estudias sus usos con detalle:

Contracturas musculares

La toxina botulínica puede ser un gran alivio ante las contracturas musculares causadas por el estrés, lesiones o tensión.

Al inyectarse en la zona clave, bloquea las señales nerviosas que causan la contracción muscular excesiva.  Esto permite reducir la tensión y el dolor asociado con la contractura. 

Por lo general, se utiliza como un tratamiento complementario, debiéndose combinar con terapias físicas, ejercicios de estiramiento u otras opciones para mejorar los resultados.

Migrañas crónicas

Las migrañas se caracterizan por ser un dolor de cabeza fuerte que se manifiesta en tan solo un lado. Puede estar acompañado de síntomas muy variados (dependiendo del tipo de migraña), como sensibilidad al sonido, a la luz, náuseas, vómitos o debilidad.

Aquellas personas que padecen de migraña crónica podrían seguir un tratamiento de toxina botulínica para aliviar los síntomas.

Se ha demostrado que las inyecciones regulares en zonas específicas de la cabeza podrían reducir la gravedad y frecuencia de las migrañas. Aquellos pacientes que lo han probado suelen estar satisfechos con el resultado.

Tratamientos neurológicos

También se considera una interesante solución para complementarse con tratamientos neurológicos, como podría ser espasticidad muscular en personas que padecen de lesiones cerebrales o parálisis cerebral.

Al inyectarse en los músculos afectados, mejora la movilidad y reduce la rigidez.

Medicina estética

La toxina botulínica tiene muchas aplicaciones dentro de la medicina estética, siendo una opción cada vez más solicitada en las clínicas. Aquí puedes ver algunas de las más destacadas:

• Corrección de arrugas en la zona de la nariz (líneas de conejo).
• Tratamiento de patas de gallo y líneas de la frente.
• Aplicación de inyecciones debajo de las axilas para evitar la sudoración excesiva.
• Levantamiento de senos.
• Detiene los espasmos localizados en el cuello.
• Reducción de la secreción del sebo facial para minimizar el acné.
• Tratamiento de diferentes estragos en la zona del mentón.

Tratamientos dentales y maxilofaciales

Dentro de odontología y cirugía maxilofacial, la toxina podría usarse para tratar problemas como el bruxismo o para la corrección de asimetrías faciales.

Esto es posible debido a la relajación de los músculos que se consigue con cada inyección.

Beneficios de la toxina botulínica

El principal beneficio de la toxina botulínica es inhibir la contracción muscular, así que es un buen remedio para tratar problemas de movimiento y de dolor crónico que producen algunas enfermedades.

También tiene muchos beneficios dentro de la medicina estética, pudiéndose utilizar para mejorar la textura de la piel, difumina las arrugas y las líneas de expresión, consiguiendo así una apariencia más juvenil.

¿Dónde actúa la toxina botulínica?

Dependiendo del uso que se le quiera dar, el lugar de actuación de la toxina será muy diferente.

• Si se quiere usar como la toxina botulínica como tratamiento para la migraña, la aplicación se llevará a cabo mediante infiltraciones en la zona del cuello, sienes, frente o en el trapecio (músculo situado en la espalda).  Se emplean dosis pequeñas con una aguja muy fina. 
• Si el uso que se le quiere dar es para aliviar una contractura muscular, se tratará la zona que corresponda en cada caso. La inyección tan solo debe practicarse con expertos que tengan un amplio conocimiento anatómico sobre la zona a tratar.
• Para aplicaciones estéticas es importante saber que la mayor parte de la toxina llegará en forma de polvo (lo que se conoce como toxina liofilizada). Esto quiere decir que se tendrá que hidratar con suero fisiológico y luego aplicar con una aguja muy fina. Nunca se pincha en la propia arruga, sino en el músculo (de lo contrario, no tendría ningún efecto).

Cada tratamiento con toxina botulínica se llevará a cabo en base al cuadro médico o a las necesidades del paciente, por lo que debe estudiarse con mucho detalle.

¿Tiene algún riesgo?

Cómo cualquier procedimiento, existen algunos riesgos a tener en cuenta. Es importante consultarlos con el profesional antes de someterse a la intervención.

Estos son los más habituales: dolor o hinchazón en la zona de la inyección, sonrisa torcida, ojos secos o llorosos, párpados caídos, dolor de cabeza, síntomas similares a la gripe, infección en el lugar de las inyecciones.

La toxina botulínica podría ser la solución a tu cuadro médico o al recurso estético que estás buscando. Te recomendamos valorar sus beneficios y riesgos para determinar si te interesa el tratamiento.