Patas de gallo: ¿Qué son y cómo tratarlas?

Las patas de gallo son un claro signo de envejecimiento de la piel, especialmente de la zona del contorno de ojos, que es la más fina, delicada y sensible todo el cuerpo ante los factores externos, lo que hace que precise de una serie de cuidados específicos para retrasar los signos de la edad.

Dado que pueden afectar enormemente a la estética de la mirada, es importante comenzar un tratamiento para las patas de gallo a modo preventivo a medida que vamos cumpliendo años, tanto para prevenir su aparición, como para reducirlas.

Pero, ¿qué son las patas de gallo realmente? Te lo contamos.

¿Qué son las patas de gallo?

¿Qué son las patas de gallo?

Las patas de gallo son finas arrugas que aparecen en los bordes exteriores de los ojos a medida que envejecemos. Estas arrugas se forman debido a la repetida contracción de los músculos subyacentes, los cuales, con el tiempo, crean una tensión que tira de la piel, provocando la formación progresiva de las arrugas.

Normalmente, las patas de gallo en los ojos son las primeras líneas de expresión en hacerse visibles en el rostro, dada la finura y sensibilidad de la piel del contorno de los ojos, que se caracteriza por tener una menor cantidad de glándulas sebáceas, lo que la hace más propensa a la deshidratación.

Esto significa que la piel del contorno de ojos necesita un extra de hidratación para evitar las patas de gallo en la cara, siendo fundamental mantener esta zona bien hidratada para retener la humedad en la dermis y reducir la aparición de estas arrugas.

¿Por qué salen las patas de gallo en los ojos?

¿Por qué salen las patas de gallo en los ojos?

Las arrugas patas de gallo aparecen inevitablemente con el paso del tiempo como parte del proceso natural de envejecimiento de la piel. La genética juega un papel significativo en su formación, así como ciertos gestos repetitivos, especialmente al exponerse al sol sin protección ocular.

Al entrecerrar los ojos para reducir el deslumbramiento por el sol, se generan tensiones que favorecen la aparición de estas arrugas. Sonreír, aunque es un gesto positivo, también contribuye a la formación de las patas de gallo debido a la repetida contracción de los músculos alrededor de los ojos.

Además, al ser más delicada y contener menos glándulas sebáceas, esta zona del rostro es más vulnerable y está menos protegida que otras partes de la piel.  La deshidratación de la piel es otro factor que acentúa las patas de gallo. 

Un remedio para las patas de gallo es llevar a cabo una rutina de cuidado adecuada para mantener esta zona hidratada, ya que la falta de humedad se ve potenciada por factores como las bajas temperaturas y el viento, empeorando la aparición de estas arrugas.

¿Cómo eliminar las patas de gallo?

¿Cómo eliminar las patas de gallo?

Estas arrugas aparecen de forma inevitable, por lo que realmente, nos vamos a centrar en cómo reducir las patas de gallo y retrasar su aparición, dándote una serie de consejos para mantener la piel más joven, durante más tiempo.

Y, como ya hemos comentado, lo más eficaz para evitar las patas de gallo es seguir una rutina de cuidado de la piel del contorno de ojos con cosméticos antiedad, entre los que destacan el ácido hialurónico y los antioxidantes, a partir de los 25-30 años de edad, que es cuando aumentan las posibilidades de que las manchas y ojeras comiencen a hacer su aparición a causa del cansancio, el estrés o la falta de higiene facial.

A continuación, te contamos qué es bueno para las patas de gallo:

Limpieza y exfoliación

El primer paso para prevenir las patas de gallo es limpiar correctamente la piel con un limpiador facial suave,  dos veces al día, una por la mañana y otra por la noche , para eliminar la suciedad y los restos de maquillaje que se acumulan a lo largo del día.

Así mismo, también se recomienda exfoliar la piel del rostro una o dos veces por semana, para así llevar a cabo una limpieza más profunda que te permita retirar la piel muerta.

Hidrata la piel

Tras la limpieza, es fundamental aplicar una crema hidratante que pueda mantener la humedad en la piel del contorno de ojos, que por su constante exposición y la realización de gestos tiende a secarse con facilidad.

Protégete del sol

Un aspecto clave es aplicar un protector solar facial cada vez que salgas de casa, independientemente de que esté nublado y del tiempo que vayas a estar fuera, prestando especial atención a la zona de alrededor de los ojos.

Contorno de ojos específico

Más allá de todos estos cuidados, debes incorporar a tu rutina productos para el contorno de ojos específicos, elaborados especialmente para la aparición de patas de gallo, ojeras y bolsas en esta zona.

Con todos estos cuidados, ya estás lista para prevenir y combatir la aparición de las patas de gallo, y lucir un rostro mucho más joven y saludable, durante mucho más tiempo.

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Preguntas frecuentes (FAQs)

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¿Qué son las patas de gallo?

Las patas de gallo son finas arrugas que aparecen en los bordes exteriores de los ojos debido a la contracción repetida de los músculos subyacentes. Son una señal común de envejecimiento de la piel, especialmente en el contorno de ojos.

¿Por qué salen las patas de gallo en los ojos?

Las patas de gallo son el resultado natural del envejecimiento de la piel y la repetida contracción de los músculos alrededor de los ojos, especialmente al sonreír o entrecerrar los ojos por la exposición al sol. La genética y la falta de hidratación también pueden contribuir a su formación.

¿Cómo eliminar las patas de gallo?

Si bien las patas de gallo son inevitables, se pueden reducir y retrasar su aparición siguiendo una rutina de cuidado adecuada. Esto incluye limpieza y exfoliación regular, hidratación con cremas específicas para el contorno de ojos, protección solar y el uso de productos antiedad con ingredientes como el ácido hialurónico y antioxidantes.

¿Cuándo debo empezar a cuidar mi contorno de ojos para prevenir las patas de gallo?

Se recomienda comenzar una rutina de cuidado para el contorno de ojos a partir de los 25-30 años, ya que es cuando aumentan las posibilidades de que aparezcan signos de envejecimiento como las patas de gallo, ojeras y bolsas.

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