Y de Yves Saint Laurent

Las notas de salida son frescas, casi frías, debido a la presencia de una nota especiada y explosiva que se combina con el frescor de la bergamota, aportando una sensación de energía y de movimiento. Se aprecian enseguida las notas florales blancas, suntuosas y sedosas.

El iris representa el corazón, naturalmente elegante y con notas amaderadas, que estructura el perfume con una identidad que recuerda a la parte 'masculina' y fuerte que cada mujer posee en su interior y de la que se desprende una tensión y una suavidad infinitas y un gran poder emocional.

Las notas de fondo retoman esta vibración y crean una estela que echa abajo los códigos demasiado estrictos de la época, como un mensaje subliminal, al tiempo que respeta la marca de un gran refinamiento.

Se abre sobre una nota de musgo de roble que firma la elegancia de los chipres, dejando paso a una nota de pachulí, profunda y amaderada, vibrante e intensa que acompaña a la nota floral para crear una estela misteriosa, nerviosa y de destacada presencia.